Los ciberdelincuentes están utilizando tácticas sofisticadas para atacar infraestructuras de red obsoletas o desactualizadas con el objetivo de robar información e incluso utilizarla para la extorsión. Tanto grupos de ransomware como de ataques basados en amenazas persistentes avanzadas (APT) están accediendo a equipos de red, como routers, que hace tiempo dejaron de funcionar o que tienen vulnerabilidades críticas sin parchear .
La última investigación de Talos, la división de ciberinteligencia de Cisco, revela que una vez que el dispositivo de red ha resultado “comprometido”, estos grupos modifican el firmware del equipo, cargan firmware personalizado/armado y eluden las medidas de seguridad. Las APT suelen modificar el firmware de los dispositivos más antiguos para agregar ciertas funciones, como la forma de capturar información o crear una “puerta trasera”, lo que les permite ganar una mayor presencia en la red. Si no es posible o necesitan niveles de acceso adicionales, podrían cargar firmware personalizado o antiguo con vulnerabilidades no parcheadas. Los atacantes también tratan de vulnerar diversas medidas de seguridad, mediante la modificación o eliminación de listas de control de acceso al host, deshabilitando el registro remoto, agregando cuentas de usuario con privilegios aumentados y reconfigurando cadenas de comunidad SNMP.
Ángel Ortiz, director de Ciberseguridad en Cisco, ha señalado que “comprometer la red constituye un proceso de varios pasos y requiere mucho trabajo y experiencia en tecnologías específicas”, por lo que es fundamental mantener los equipos actualizados y verificar el entorno de red para detectar cambios no autorizados